lunes

Las callecitas de Buenos Aires que tienen ese qué sé yo


El 17 me sorprendió desayunando con Gustavo Grobo en el Soho. Así empezaba una jornada de retorcijones que como la hora incierta, no puede medirse con el calendario. Parece que esa jornada no ha concluído aunque medien casi 700 km y varios días después.
Y esta es otra imagen que espera sus historias.

jueves

Carta de Chicha Mariani (subámosla a los Blogs para encontrar a Clara Anahí)





Querida nieta:
Soy tu abuela “Chicha” Chorobic de Mariani, te busco desde el momento en que Etchecolatz, Camps y su tropa mataron a tu madre y te secuestraron de tu hogar en la calle 30 nº1134 de La Plata, Argentina. Era el 24 de noviembre de 1976 y tenías tres meses de edad. Desde ese momento con tu padre te buscamos hasta que a él también lo asesinaron.
A pesar de que trataron de convencerme de que habías muerto en la balacera, yo sabía que estabas viva. Hoy está comprobado que sobreviviste y estás en poder de alguien. Ya tienes 31 años y tu número de documento probablemente sea cercano al 25.476.305 con el que te anotamos. Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras bebé y las compares con la que acompaña este texto. (click sobre la foto para agrandarla)
Quiero contarte que tu abuelo paterno se dedicó a la música y yo a las artes plásticas; que tus abuelos maternos se dedicaron a las ciencias, que tu mamá amaba la literatura y tu papá era licenciado en economía. Ambos tenían un gran sentido de la solidaridad y compromiso con la sociedad. Algo de todo esto tendrás en tus inclinaciones de vida porque, a pesar de que hayas sido criada en un hogar distinto, uno guarda internamente los genes de sus antepasados. Seguramente hay muchas preguntas sin respuesta que aletean en tu interior.
A mis más de 80 años mi aspiración es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustaría que vinieras hacia mí para que esta larga búsqueda se concretara en el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que nos encontremos. Clara Anahuí, mientras espero seguiré buscándote.
Te abraza tu abuela “Chicha” Mariani.
Mail de contacto: mailto:mariaisabelchorobik@sinectis.com.ar

sábado

Show must go on (Intro)






Amanezco con los diarios desde que tengo memoria aunque he cambiado hábitos en el consumo, como Ud estimado lector.
Ya no soy la misma que tomaba la leche frente al TV riendo sin entender La Noticia Rebelde pero sigo riendo frente a la abrumadora productora de noticias mientras termino el cigarrillo y repaso las tapas virtuales de los periódicos (periódicos que ya no tienen período determinado!). La risa (qué tema para Bajtin) ya no es la misma.
Esta semana me disparó la espectacularización de la vida cotidiana. Plasmada de contradicciones académicas, la noticia ya no es el hecho noticioso de los manuales de periodismo. La fuerza instituyente de la intimidad como show, como algo que debe ser exhibido en público para lograr una trascendencia, hace tambalear las estructuras instituidas de la modernidad.

He aquí un caso puntual que puede ser una pequeña unidad de análisis.
Se podrían desprender infinidad de variables referidas al tema, desde la implicancia de la dominación masculina, la falta de reconocimiento de la cuestión de género, la sanción social que se fundamenta en el capital simbólico de un uniforme escolar o el rol social mismo de la institución escuela. En fin, muchas, muchas cuestiones...prefiero preguntarme por otro valor que aporta alguien que no conozco pero que sugiere lo siguiente:

“Dar a ver, exponer la intimidad es un tono epocal. Los jóvenes nacieron espectadores, quizás vieron primero el ojo de una cámara que los de su propia madre; sus partos fueron filmados. Hechos como éste deberían ayudarnos a pensar esta realidad con menos prejuicios” (Daniela Gutiérrez, pedagoga).

La frase dio vueltas en mi cabeza marcando presencia en algunos post y preocupaciones sobre las nuevas tecnologías y esto del 2.0 que nadie entiende muy bien. Así podríamos explicar facebook y la manía de espiar narcisos ajenos diría un amigo. Gilles Deleuze, proponía a mediados de los noventa revisar desde la subjetividad el rol que la sociedad les asigna a los individuos y crear nuevos dispositivos de poder que fueran capaces de oponer resistencia al panóptico web (...) "crear interferencias e interrupciones, huecos de incomunicación, como una tentativa de abrir el campo de lo posible desarrollando formas innovadoras de ser y estar en el mundo" (...).

¿Cómo contrarestar el nuevo régimen de poder? Si la "sociedad disciplinaria" de la que hablaba Michel Foucault ha dado paso a este otra realidad, ¿cómo se han transformado los cuerpos, las formas de ser y estar? ¿Cómo se "escamotea" en términos de De Certau, el sujeto en esta nueva matriz? ¿Será que no queda más explicación que la de Pierre "la resistencia puede ser alienante y la sumisión liberadora"?






Sin metáforas