martes

No post Buenos Aires



-por más que uno lo intente, ese que está debajo de las letras y a oscuras nunca sale, queda allí

-pero qué lindo es buscarlo

-es lindo que lo encuentren.


Llegué más tarde de lo que pensaba y en vez de abrir los diarios preferí las editoriales de un taxista. La mañana no parecía una mañana y el gris de la ciudad contrasta con el amarillo que luce la CABA. Extrañamente se me dió por extrañarme (eso de los antropólogos, vió) en cada paso que hacía entre adoquines rotos y humedad. Aun siento las huellas de la humedad bajo estas letras. Pude ver cómo las metáforas se hacían cuerpo por las calles porteñas y perdí la cuenta de cuántos freaks y groupies me crucé.

El cuaderno de notas esperaba en blanco mientras me ofrecían desayunar con donnuts o cheese cake a falta de medialunas... una de las razones más importantes por las que viajo a Buenos Aires es esa: las medialunas. Café, enésimo cigarrilo que se desvanece y la crónica sigue esperando ser escrita.

Día de agenda agitada: un encuentro, diez llamadas, otro encuentro, celular que no quiero atender. Perdí el momento en que oscureció, se desvaneció en algun punto sin avisar.

Noche en San Telmo: otro encuentro, las horas pasan como las ilusiones de los transeúntes.

Me ha quedado impregnado la violencia de las calles tanto como la humedad: Hay marcas en la ciudad que remiten a la lucha simbólica de la praxis cotidiana y sí, la había leído en unos cuántos post pero eran sólo eso: palabras. Palparlo es otra cosa, la dimensión onírica en la que se zambulle el consumidor ciudadano apelado por los carteles amenazantes y coercitivos de campañas poco felices, son la constante de las interacciones que construyen.

En clave de campaña fue inevitable la comparación con esta desangelada ciudad en la que resido. Pese a la realidad que uno quisiera que fueran sólo letras, el deseo está latente. En la alienación de los rostros ateridos, sus ojos aun se despiertan ante la posibilidad de perder el deseo. El ritmo frenético no es ajeno ni a Eros ni a Tánatos.

Y tampoco me he desprendido del deseo.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bello ...la escritura como Katarsis?

Néstor Sbariggi dijo...

Encantadora Cosas Dichas. Te recuerdo avanzando a paso decidido sobre Plaza de Mayo.

Un beso.

Primo Louis dijo...

Criptico.
Felicidades y coraje: siga buscando y tomando contacto con lo real debajo de tanto simbólico y el adoquín bajo la propaganda.
Un abrazo

El Canilla dijo...

Es así, una ciudad erótica y tanática.A veces simpática y con rincones raquíticos su ritmo frenético inspira cónicas agudas.
:)

Primo Louis dijo...

y??? fue el encuentro del campo nacional y popular cordobes y no hay post?? nadie hace nada?? donde están los funcionarios de este gobierno montonero?? 1-0 con Colombia!!