martes

La Plaza


Hoy (miércoles) a las 15 nos concentramos en Avenida de Mayo y Perú, en defensa de la democracia y en reclamo de mayor distribución de la riqueza y participación popular.
Lo haremos desde nuestra propia identidad y sin ahorrar críticas al Poder Ejecutivo Nacional, pero en respaldo de la institucionalidad democrática y de las medidas progresivas que enfurecieron a una nueva derecha que usa la retórica del diálogo y el consenso y se envuelve en los símbolos nacionales mientras pretende imponer por la fuerza del lockout y el desabastecimiento una política distinta a la que la mayoría del pueblo votó hace pocos meses y en defensa de sus ganancias extraordinarias. Ante cualquier nuevo aumento de los precios internacionales de alimentos y materias primas agropecuarias, las retenciones móviles son la única defensa de la mesa popular.
Somos miembros de organizaciones sindicales como la CTA, CTERA, la Unión Obrera Metalúrgica; de derechos humanos como el CELS, la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, las Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora, la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos; de movimientos como Tupac Amaru y Patria Grande; de entidades de pequeños empresarios, como la Asamblea de PYMES y el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos; economistas que forman parte del Plan Fénix; decanos y profesores universitarios, científicos e investigadores; sacerdotes en opción por los pobres; dirigentes políticos que demostramos la posibilidad de construir alternativas populares sin clientelas ni aparatos; intelectuales y artistas integrantes del espacio Carta Abierta y ciudadanos sin militancia partidaria ni institucional.
No formamos parte del gobierno. Objetamos la destrucción del INDEC y la construcción del tren bala, la negativa a reconocer la personería de la CTA y la alianza con sectores empresarios que fueron socios de los gobiernos neoliberales. No nos sentimos representados por el repliegue oficial sobre estructuras políticas y sindicales obsoletas.
Pero la restauración conservadora en marcha, con el impulso de un sector de la izquierda que imagina protagonizar una revolución agraria, no cuestiona los defectos sino los aciertos del gobierno, al que intenta imponerle sus intereses económicos por encima del interés general, sin reparar en costos ni en métodos. Cuestiona la reconstrucción de la autoridad del Estado luego del colapso de 2002, el saneamiento de la Corte Suprema de Justicia, el juicio a los responsables del Estado terrorista, el drástico descenso de la desocupación, la actualización de los ingresos de jubilados y pensionados, el establecimiento de un haber para las personas mayores de 70 años que no tenían ninguno, el aumento del presupuesto educativo, la creación de un ministerio de ciencia y tecnología, la política exterior independiente, en asociación con los gobiernos democráticos de Sudamérica. No busca un avance sino un salto atrás.
Contra toda evidencia se acusa de autoritario y soberbio al primer gobierno que ha prohibido el uso de armas de fuego en el control de manifestaciones y se moteja de represión violenta al desalojo con guantes de seda de la ruta del MERCOSUR, por la que desde hace tres meses no se permite el tránsito de mercaderías, obligando a tirar millones de litros de leche y toneladas de frutas y verduras. De ese clima deslegitimador, parecido al que minó la presidencia de Arturo Illia, participan en forma tan entusiasta como irreflexiva sectores de las clases medias urbanas influidos por la cobertura tendenciosa de diarios y canales de televisión temerosos de que se democratice la comunicación de masas.
De esta crisis, no menos grave porque se la niegue, sólo se sale con más democracia y más distribución de la riqueza. Para ello se impone una reforma impositiva integral, que grave a todos los sectores que en estos años han tenido beneficios extraordinarios, como la especulación financiera, la minería y la pesca. Sin esos recursos no hay forma de atacar los altos niveles de hambre y exclusión, intolerables en uno de los grandes productores de alimentos del mundo.
Ésa es la voz propia con la que hoy iremos a la Plaza de Mayo, en defensa del valioso trayecto recorrido desde mayo de 2003 y en demanda de su profundización, con mayor calidad institucional y con participación popular.
Hugo Yasky, Martín Sabbatella, Horacio Verbitsky, Laura Conte, Hugo Canon, Juan Gelman, Adrián Paenza, Eduardo de la Serna (Movimiento Carlos Mugica, de sacerdotes en opcion por los pobres), Abraham Gak, Juan Pablo Paz, Alberto Kornblihtt, Carlos Heller, Horacio González, Nicolás Casullo, Lilia Ferreyra, Ana Cacopardo y siguen las firmas...

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Los que compartimos el espíritu de esta carta y estamos en Córdoba deberíamos movilizarnos también. A la misma hora donde lo convoquen las organizaciones sociales o en Plaza San Martin.
Nos vemos mañana en la plaza!

Algunos comentarios


"Cuando venga la reflexión y se den cuenta cabal de lo que ha sucedido ¿Cómo haré para mitigarles la pena?"




Empezaba a bajar el sol y el clima se enrareció. Hacía unos días Faco había publicado el "post de la bronca" (http://artepolitica.com/post-de-la-bronca/) y me quedé con esto:


(...) "Bien, ahora, ¿qué hacer?
La mayor victoria de la dictadura es esa. La desmovilización. La pérdida de estructuras. La imposición del miedo de salir a la calle, cuya muerte se decretó el 20 de diciembre de 2001, según un editorial de Página/12, pero es claro que todo lo anterior es un poco zombie, como el hombre que volvió de la muerte. Y a la vez es producto de esa misma crisis de la política ocurrida hace casi 7 años. El miedo a la política instaurado por la dictadura fue derribado directamente por el franco y abierto rechazo de la misma política con el cacerolazo. Estamos en el horno.
Sé que no digo nada nuevo con este post incoherente y en caliente. Es nada más que una forma de rodear la bronca que me genera la impotencia de querer “hacer algo” y no tener nada para hacer. Ni propuesta, ni ideas, ni expresión de deseo, nada tengo para ofrecer más que eso. Sólo bronca. Y lo único que me viene a la mente para cerrar es el buen Blake, que decía “quien desea y no obra, engendra peste”. Buenas noches." (...)


No pude dejar pasar su bronca, me sentía obligada a decirle algo...a esperanzarlo. Fiel a mi estilo dije que era parte del juego, era la nueva estructura. Le hablé sobre De Certau y las posibilidades de escamotearse. Le conté sobre el simbolismo dominante y la necesidad de tomar posición como forma de construir la democracia. Mendieta prendió la luz: " Hay nuevas formas de militancia que son embrionarias. Ud. ejerce una de ellas con el teclado" y con esa frase me calmó un poco.

Volví sobre lo ocurrido en estos últimos días, sentía que tenía más argumentos para despuntarle a Hal en la discusión sobre el NSA (Nuevo Sujeto Agrario), que por ahí pasaba mi ejercicio ciudadano: discusiones teóricas sobre la actualidad en la web, la militancia embrionaria de la que hablaba Mendieta.

Fue en ese momento que el clima enrareció. Primero con las bocinas y luego con las tímidas expresiones de teflón desde los balcones de la Cañada. Volví a mi recurso de militante y encontré un mail de Juan.


(...) " Alguien me tira una línea...Los que queremos defender las instituciones democraticas, los que sabemos que hay un movimiento destituyente, y especialmente los que creemos que el Estado debe intervenir y regular la economía: ¿donde y cuando nos juntamos? Esto es de terror!!! No nos vamos a movilizar? vamos a cederles la plaza??Si alguien sabe de alguna convocatoria que avise por favor, no me puedo quedar en casa cuando la derecha golpea las cacerolas!" (...)


Su decepción era diferente a la de Faco, no era bronca...era desesperación. No pude mantener la distancia que me caracterizaba en los comments para Hal o el Escriba, yo también sentía que me estaban "copando la plaza" y la llenaban de ignorancia e intolerancia. Sentía que no había ningún respeto por la democracia ni sus instituciones, que ni siquiera sabían por qué estaban haciendo eso...el simbolismo dominante otra vez. Así, tecnología mediante les llegó esto:


(...) "Ojalá pudiera tirarte una línea Juan, lo único que puedo hacer es acompañarte en el reclamo. Ya lo hemos dicho hasta el hartazgo, no queremos que nos copen la plaza, no quiero escuchar cacerolazos de teflón...la democracia se construye, se conquista y se comprueba (ya sé que eso viene de otro lado) todos los días: necesitamos recuperar nuestra fuerza de movilización.Empecemos por pedirlo, por contarlo y por sumarnos a los que creemos en las instituciones y en un Estado que defienda la justicia social." (...)


Así fue como me llegaron algunas respuestas y en lugar de hacer una contestación personalizada a cada uno de los mails al estilo call center, va esta reflexión:


(...) " Si, les dejemos la plaza. Las plazas son para aquellos que no respetan las instituciones, quienes creen en un gobierno unipersonal y desconocen la existencia de los tres poderes que deben auto controlarse ante el abuso de cualquiera de ellos.
Quienes creemos en las instituciones sabemos que la convocatoria a llenar una plaza no es el camino, un 10 de abril de 1978 también se llenó una plaza espontáneamente con miles de banderas argentinas.
Si una acción de gobierno es ilegal y abusiva está en manos de los otros dos poderes actuar al respecto y es allí donde se debe reclamar.
Si se cometen delitos contra las libertades constitucionales de circular libremente, existen procesos judiciales para quienes los perpetran y es a la justicia a la que debemos reclamar.
Si es el congreso que delega poderes constitucionalmente indelegables, es ahí donde debemos reclamar.
En ninguno de estos casos es el pueblo quien debe decidir lo que está bien o está mal, o pensándolo bien, sí, el pueblo es el que decide, pero esa decisión la tenemos en nuestras manos cada 4 años (antes eran 6 y creímos que no alcanzaban, pareciera que deberíamos votar luego de cada publicación del boletín oficial pero, seguro que como están las cosas, tampoco alcanzaría.
Si la aplicación de las retensiones no se ajusta a derecho, reclamemos a la corte.
Si las retensiones no pueden ser aplicadas por el poder ejecutivo, reclamemos al congreso por su incompetencia.
Si es un delito cortar una ruta, reclamemos que actúe la justicia.
Si es un delito convocar públicamente a un corte de ruta (y de permitirlo impunemente, en el caso de los medios de comunicación), reclamemos que sean procesados.
Como dice (Cosas Dichas), pedirlo, contarlo e intentar hacer entender a quienes nos rodean, es un buen camino.(...) "

Facundo


Saludo la espontaneidad hasta con faltas de ortografía, es más la celebro. Sé que los tiempos han cambiado (de ahí lo de las estructuras para Faco) pero la plaza sigue siendo un espacio público con alto significado...A veces las metáforas tienden a crear espejismos.

Además, es importante reclamar la legalidad de algo (el Estado de derecho) pero no podemos desconocer la legitimidad. ¿Por qué las plazas son para los que no respetan las instituciones? la plaza es una institución que se nutre de acciones instituyentes todo el tiempo. No voy a aburrir con el planteamiento de las ciudades de Walter Benjamin o con el eje simbólico que propone Castoriadis pero me parece interesante rescatar ciertas entradas heredadas de estos pensadores.

Por otra parte, ¿ser ciudadano se reduce a poner un voto? Me parece que trasciende esa acción. La democracia no es mecánica, o al menos, no debe serlo si quiere llamarse democracia: por eso digo que se construye todos los días.


(...)"Querida (Cosas Dichas), habiendo comprobado tu amor por la democracia, yo como parte de una movilización a favor de la democracia me gustaría que nos juntáramos todos. Te aclaro que nosotros no tenemos ninguna ideología política ni nadie que nos obligue actuar simplemente es por amor a la democracia. No estamos a favor del campo ni en contra de Cristina, lo único que queremos es luchar por un dialogo abierto y social para destrabar el conflicto, por lo tanto que el gobierno actué democráticamente, fuera de todo capricho político e ideología política que lo único que esta consiguiendo que el conflicto siga y la leche y la comida se siga derramando en nuestras propias rutas. Yo formo parte de un partido Humanista así que te imaginaras la pena que me da ver gente como d´elias o la bonafide cargadas de odios que hablan de guerra y tomar las armas para defender la democracia. Pero no pena por ellos sino por nuestra querida democracia porque esa gente que nombre lamentablemente ocupan espacios políticos. La democracia no se trata de copar una plaza y hablar como Perón dando discursos eufóricos, se trata del gobierno del pueblo y para el pueblo, no para organizaciones políticas ni civiles que llenan una plaza mucho menos para Buenos Aires. La democracia es para todo el país y sinceramente te digo, no entiendo lo de las retenciones como la mayoría de la gente, se que son buenas porque se trata de sacarle a los que mas tienen para darle a los que menos tienen, pero creo que esta no es la forma, porque ya no pasa por las retenciones en si, sino por un rencor político que el gobierno popular tiene hacia el campo. Sino como se explica que en el último discurso de la presidenta estaban sentados al frente de ella y aplaudiendo los empresarios del sector automotriz y los del sector de los banqueros que al igual que los del campo son los que mas plata tienen y hacen. Ni hablar todos los políticos y funcionarios del gobierno que tienen mucha plata y se la llevan a otro país.
Como te conozco, seguramente no estarás de acuerdo con lo que yo pienso y eso me parece bárbaro por eso te mando este email. Para que nos movilicemos todos juntos aunque pensemos distinto, como una forma de dar el ejemplo de que se puede dialogar y convivir democráticamente por mas que se piense distinto. El centro de la plaza se la dejamos a ustedes eso no nos importa, nosotros podemos quedarnos en un rincón, simplemente me gustaría que diéramos el ejemplo que mediante el dialogo y el consenso social se puede salir adelante. Admiro tu espíritu de lucha espero que siempre sepas elegir el camino, de eso se trata la democracia.. Saludos y suerte" (...)


A este "querido ciudadano", del cual desconozco el nombre y también el remitente voy a sumarle unas cuantas cosas devenidas de un par de chats que mantuve en el sopor de mi jornada laboral.

Sinceramente no sé qué habrá interpretado de mi mail para responder de esta forma, así como tampoco puedo entender que me envíen convocatorias al cacerolazo o a ignorar el discurso de la presidenta. Esto viene siendo como titula Luis Bruschtein para el Página "Sordos ruidos":

¿Cómo será eso de negar la ideología política y al mismo tiempo defender la democracia? ¿No es ya una definición ideológica defender la democracia?

¿Quiénes son "nosotros"? Digo, esos que se movilizan "por amor a la democracia" sin que nadie los obligue a actuar. ¿Cuál es la acción? ¿Estamos hablando de los cacerolazos?

Supongamos que sí, que ese "nosotros" da cuenta de aquellos que se movilizaron ayer lunes a los centros de las ciudades al son de las bocinas y el teflón, que no están "ni a favor de campo ni en contra de Cristina" (si no leo mal eso significaría estar a favor de Cristina...pero no quiero caer en sofismas) ¿Quieren "luchar por un diálogo abierto y social para destrabar el conflicto"? Entonces, ¿Por qué cantan "que se vaya"?

"Que el gobierno actúe democráticamente" ¿Cómo lo hace ahora si no es democráticamente? ¿Qué pasa con los otros actores en este juego? ¿Mantener un lock out es democrático? ¿Autodenominarse "piquetes de blancos" es democrático? y podría seguir horas con los ejemplos.

"No entiendo lo de las retenciones como la mayoría de la gente" ¿Lo que no entienden son lecciones básicas de economía política? Si es así, le puedo pasar buena bibliografía. Ahora, si lo que no entiende es la razón de esta política pública estamos ante un problema de ideologías y convicciones político-sociales.

Por último, estimado ciudadano anónimo: (...) "La democracia es para todo el país y sinceramente te digo, no entiendo lo de las retenciones como la mayoría de la gente, se que son buenas porque se trata de sacarle a los que mas tienen para darle a los que menos tienen, pero creo que esta no es la forma, porque ya no pasa por las retenciones en si, sino por un rencor político que el gobierno popular tiene hacia el campo"(...) Por favor, expláyese con eso de rencor político de un gobierno popular hacia un sector económico (¿?). ¿Qué entiende Ud por popular? ¿Ud ha visto alguna vez la conformación del PBI? ¿Es así de simple su concepción al estilo Robien Hood?

Sinceramente quiero que arroje luz sobre ese postulado, desde acá tenemos discusiones bien cargadas acerca de "lo popular". Mire que hasta un colega está armando Laclau para principiantes.

¿Democracia es "saber elegir el camino correcto"? La verdad que he leído muchas definiciones pero esa me sorprendió. ¿La democracia es como un camino místico? ¿Una sucesión de pruebas de supervivencia? ¿Qué sería lo correcto?


El reloj acaba de pasar las 8 y la plaza está vacía.

jueves

Aquel Veintinueve (por Miguel de Boer)



Cuando llegó, junto con uno de los compañeros de la facultad, a la vieja casona de la calle Chubut, un clima de tensa excitación lo recibió al entrar a la cocina. A algunos no los conocía, pero sabía que casi todos se encontraban allí, como él, atrapados en el barrio Clínicas, ante el anuncio de que la entrada de las tropas de la Aerotransportada era inminente.
- Che, que alguien haga unos mates mientras escuchamos las noticias - dijo uno, tratando de poner cierta orden.
- Háganlo ustedes compañeros, que nosotros mientras vamos a preparar unas "molo" para cuando vengan estos hijos de puta - dijo otro.
- Está bien, pero mantengamos la calma compañeros, que la noche recién empieza - agregó un tercero.
- ¡Esto es histórico, compañeros!...¡Esto es histórico!...¡Hoy las masas estuvieron en la calle, y nosotros los estudiantes estuvimos junto a ellas!...¡ Se dan cuenta?!...
- Esto es la Revolución...¡Viva la Revolución, carajo!!.....
- ¡¡¡Viva!!! - gritaron y aplaudieron casi todos...

Y mientras todos hablaban, vociferando para ser escuchados, fue recordando como en un sueño - sentado en el suelo y apoyado contra la pared que daba a la calle - lo acontecido aquel día.

Habían quedado en encontrarse con otros delegados de la Comisión de la facultad a eso de las once de la mañana en la esquina de Rioja y Tucumán, de acuerdo a lo convenido el día anterior en la Coordinadora. La idea era concentrarse allí para luego ir al encuentro de los obreros que venían desde las fábricas ubicadas en las afueras de la ciudad. A ellos les correspondía unirse, previamente, con los de Luz y Fuerza.
El paro decretado venía bastante pesado; la cosa estaba más que jodida y los paros "materos" de los burócratas ya no conformaban a nadie. Y con la derogación del sábado inglés se había terminado de pudrir todo.

No alcanzó a reunirse con los compañeros, medio a las apuradas, cuando casi de inmediato llegó la noticia de que la "montada" había cargado contra una columna de IKA-Renault matando a un obrero a la altura de Arturo M. Bas y Boulevard San Juan.
-Tiraron sin asco los hijos de puta...y le dieron a un compañero, compañeros......Pero los compañeros se resistieron y los hicieron recular – explicaba, conmovido, uno de los que venían con la información.
-¡Están dispuestos a todo estos hijos de puta! – agregó otro
-¡Asesinos de mierda! – gritaron varios-
-¡No nos dejemos ganar por el pánico, compañeros! – dijo él, tratando de sobreponerse al miedo.
-Tiene razón el compañero - apoyó otro - Dispersémonos en grupos y tratemos de llegar a la General Paz con la gente del Gringo Tosco, como habíamos quedado.
Y hacia allí se dirigieron, tomados de la mano los unos, agazapados y pegados a la pared los otros. Aterrados todos por el ulular de las sirenas y la ida y venida de los patrulleros que ya circulaban por la Colón y la General Paz, mientras empezaba a correr gente de un lado a otro y el olor a gas y pólvora comenzaban a impregnar el ambiente.

Estaban llegando a la Colón cuando se toparon con el grupo de Luz y Fuerza, con quienes se pusieron a gritar como de costumbre pero con mucha más bronca: ..."¡Obreros y estudiantes, unidos adelante!"....."¡Abajo la dictadura!",.... "¡Luche, luche, luche, no deje de luchar, por un gobierno obrero, obrero y popular!...., "¡Hijos de puta!...¡Hijos de puta!.. ", enardecidos por lo ocurrido y buscando unir las fuerzas frente a lo que percibían como algo muy distinto a lo que había ocurrido en otras oportunidades.
- ¡Viva la clase obrera! - gritó con todas sus fuerzas un estudiante
- ¡Viva! - corearon los demás
- ¡Vivan los estudiantes!- respondió un obrero
- ¡Viva los obreros y los estudiantes! - contestaron varios.
Y así iniciaron la marcha. Juntos. Entremezclados. Obreros y estudiantes. Indistinguibles en su odio a un gobierno que desde hacía casi tres años venía cercenando los derechos de la clase obrera y el pueblo.
No habían alcanzado a recorrer media cuadra, cuando un móvil de la policía, haciendo sonar la sirena y disparando tiros al aire por una de las ventanillas, trataba de abrirse paso entre ese enjambre humano que ocupaba la calle de vereda a vereda.
- ¡Cuidado compañeros....!
- ¡ Ahí vienen los asesinos hijos de puta....!
- ¡Hijos de puta!....¡Hijos de puta!....- gritaba la mayoría, tratando de impedirle el paso.
Pero la "yuta" estaba decidida. El que manejaba aceleró sin asco mientras el que estaba a su lado seguía con los disparos.
En medio del desbande tomó una baldosa y, casi sin pensarlo, se acercó al vehículo con la intención de arrojarla. Fue en ese preciso instante en que uno de los policías, al verlo, le apuntó con el arma directamente al pecho amagando con tirarle, registrando así - por primera vez en su vida - la extraña sensación de haber enfrentado la muerte cara a cara.
Cuando reaccionó ya sus compañeros iban, a las puteadas, por la Santa Rosa, rompiendo todo lo que encontraban a su paso, con una furia incontenible, avasalladora.
- ¡No, compañeros!....- gritó con angustia uno de los militantes que estaba en el grupo - ¡ No caigamos en el salvajismo....!
- ¡ Ma’ que salvajismo ni salvajismo! - replicó uno de los obreros con furia - Los que tienen negocios son todos unos hijos de puta.....Cuando pueden nos cagan....!, agregó indignado.
- ¡No, compañero! - insistió el primero - nuestros enemigos son los capitalistas y el imperialismo...a ellos tenemos que atacarlos...
- Tiene razón el compañero - dijo uno que parecía uno de los delegados de Luz y Fuerza - no seamos animales, que eso es lo que quiere la oligarquía, para poder decir que somos una manga de bestias y poder reprimirnos a gusto....
- ¡ Entonces vamo' a la Colón! - gritaron varios -....allí están los negocios de los hijos de puta que nos explotan..
Y hacia allí fueron.
A la Avenida Colón.
Enfervecidos. Eufóricos. Con toda la bronca del mundo, que iba aflorando como a borbotones.
-¡"Sevaacabar, sevacabar, la dictaduraaaamilitar!.....¡Sevaaacabar, sevaacabar...la dictadura militar!",....."¡Asesinos!...¡Asesinos!...”- gritaban como nunca, casi con arrogancia. Con ese coraje que surge cuando se siente que la historia está a favor.
El torbellino era imparable. Las vidrieras estallaban como focos de luz, salvo aquellas que por su consistencia hacían rebotar las piedras como si hubiesen sido elásticas. Los coches eran dados vuelta como si fueran de juguete y desde las ventanas y balcones de los edificios tiraban de todo para las barricadas.

Un grupo se dirigió a la sede del Jockey Club con la intención de incendiarlo, mientras otros - que se habían adelantado - apedreaban el edificio
-¡Oligarcas hijos de puta!
- ¡Acá se divierten los explotadores con la guita que nos sacan a nosotros! – gritaban
El, en cambio, se dirigió a la Xerox, al ver que varios estaban destrozando los ventanales de la firma. Cuando entró algunos ya estaban rompiendo algunas fotocopiadoras. Fue entonces que tomó un trozo de hierro que encontró y empezó a golpear una de las máquinas que tenía a mano. Con una violencia inaudita. Desconocida. Porque no sentía que le estaba pegando a una máquina. Sentía que le estaba partiendo la cabeza a la burguesía, al imperialismo, a la injusticia, a la explotación. Que pegaba por él y por todos (....."por los que se mueren de hambre....por la gente de las villas....por los chicos desnutridos...por los represión…por Vietnam…...por Cuba…..por Argelia……por Latinoamérica……por el Che….por los fusilamientos….por las torturas…por los asesinatos….por Papillón.......por Cabral....por los obreros...…"......"hijos de puta......hijosderemilputamadrequelosremilparió..."......"por todo lo que sufrimos” ....”por lo que sufro”…..”por mis viejos...."......"hijos deputa..."....."les pego por lo que nos hicieron...por lo que nos hacen....." "explotadores hijos de puta...."). Y siguió golpeando y golpeando hasta quedarse casi sin fuerzas. Hasta darse cuenta que ya no tenía sentido seguir haciéndolo.
- Vamos para el Clínicas - dijo uno
-¡Sí, vayamos para el barrio! - contestó otro.
Y hacía allí partieron.

Cuando llegaron a la Cañada pudieron ver barricadas por todos lados.
Se escuchaban disparos y el ulular de las sirenas y el olor a pólvora, a gas lacrimógeno, a goma quemada, a nafta, seguía impregnando la ciudad de una extraña y particular manera.

Al llegar a la concesionaria de la Citroen el espectáculo parecía de película.
Los coches eran sacados a la calle para ser chocados entre sí o contra las palmas de luz, quemados, volcados. Las puertas eran arrancadas como si hubieran sido de cartón y los asientos sacados y usados en el medio de la calle como sillones de un living. Y al cabo de un rato, un estremecimiento indescriptible anunciaba el derrumbe del edificio por el incendio, desplomándose el techo con un sonido atronador.

Cuando llegaron a la Plaza Colón, en la confitería La Oriental parecían estar de fiesta. Hombres, mujeres y chicos habían tomado posesión del lugar comiendo o llevándose lo que tenían mano, a la vez que “atendían” a los que se acercaban.
- ¡Tomen compañeros! - decía uno de los ocasionales "expendedores", con un increíble Chianti en la mano, que seguramente era el primero y el último que tomaría en su vida.
- ¡Vamos a morfar y chupar aunque sea una vez lo que comen los burgueses! - agregó otro con una satisfacción que lo excedía, mientras le entregaba comida y algunas botellas a una pareja que desde una moto observaba, como de paso, lo que estaba ocurriendo.
La plaza semejaba un día de picnic popular. Los bancos habían sido arrancados y colocados en distintos lugares, de cara a un hermoso sol otoñal. Parecían estar aislados de la violencia que los circundaba. Como descansando en un feriado eterno.

El grupo inicial se había desperdigado ante la magnitud incomprensible de los acontecimientos.
Unos cuantos siguieron por Colón donde ya empezaban a visualizarse algunas barricadas impresionantes que atravesaban la avenida de vereda a vereda. Su tamaño evidenciaba la participación masiva, arrolladora, hasta ahora nunca vista en una movilización, puesto que en las mismas había cuanto objeto callejero o doméstico se pudiera imaginar. Algunos de ellos inverosímiles, como una heladera o un lavarropas.

El sol se iba retirando de a poco.

Se sabía que en toda la ciudad estaban ocurriendo episodios similares. En barrio San Martín, en el Güemes, Observatorio, Talleres, Juniors, Alto Alberdi, Villa El Libertador, Santa Elena, minuto a minuto, hora a hora se iba extendiendo la lucha a todas partes.
En el centro ni que hablar. Los puentes como el Avellaneda estaban infranqueables.
La consigna que se fue imponiendo era tomar la ciudad y resistir todo lo que fuera posible a los fines de impedir la posible entrada del Ejército.
Cuando iban ya en dirección a Alberdi, un puñado de exaltados intentó atacar la parroquia situada en la esquina Rodríguez Peña. Un desconocido, trepado sobre una de las barricadas, sacó un pequeño revólver y disparando un par de tiros al aire gritaba desaforadamente: "¡ Vandalismo no, compañeros!", ante la sorpresa primero y el aplauso después de quienes lo rodeaban.

Fue ahí que se percató que la policía no existía. Que ya casi no se escuchaban sirenas y que de a poco un silencio extraño iba ganando las calles.
Fue entonces que se dio cuenta que la ciudad estaba totalmente tomada.
No lo podía creer.
Se acordó de la Comuna, de las insurrecciones, de tantos hechos históricos similares. “La Revolución es posible”, pensó emocionado.
Y entonces percibió un olor, un aroma particular, único, que impregnaba y atravesaba todo su ser, su espíritu, que nunca mas volvería a sentir ni a olvidar. Era la libertad, no cabía duda. Existía, verdaderamente. Y era algo por lo cual, ahora lo entendía como nunca, valdría la pena luchar, combatir, dar todo de sí, hasta la vida misma.

Aún percibía esa sensación cuando uno de los compañeros de la casa lo zamarreó.
Vamos compañero! - le dijo. Vamos que está queriendo entrar el Ejército y tenemos que ir a la Colón a ayudar a los compañeros que están tirando las columnas del alumbrado, para que estos hijos de puta no entren!
Y hacia allí fue.
Cansado, pero feliz.
Intuía que lo que estaba pasando no era un hecho más.
Intuía que ya nada sería igual.
Aunque nunca se imaginó cuanto cambiaría todo.

Y menos aún, que ese día inolvidable, un jueves de Mayo del 69, quedaría registrado para siempre como el histórico Cordobazo.



Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, Mayo, 2008
Argentina

miércoles

BOURDIEU

Los usos del "pueblo" (en Cosas Dichas)


(...) "Para arrojar cierta claridad sobre las discusiones a propósito del "pueblo" y de "lo popular", es suficiente tener en mente que el "pueblo" o "lo popular" (...) es ante todo una de las apuestas de lucha entre los intelectuales. El de ser o de sentirse autorizado para hablar del "pueblo" o hablar para (...) el "pueblo", puede constituir, de por sí, una fuerza en las luchas internas en los diferentes campos, (...) fuerza tanto más grande cuanto más débil es la autonomía relativa del campo considerado (...).
Las tomas de posición sobre "el pueblo" o "lo popular" dependen de su forma y de su contenido de intereses específicos ligados en primer término a la pertenencia al campo de producción cultural y a continuación a la posición ocupada en el seno ocupado en este campo. (...)
La mayor parte de los discursos que se hicieron o se hacen en favor del "pueblo" provienen de productores que ocupan posiciones dominadas en el campo de producción. (...) "el pueblo" más o menos idealizado es a menudo un refugio contra el fracaso o la exclusión. Se observa inclusive que la relación que los productores que salieron de él mantienen con "el pueblo" tiende a variar (...) según las fluctuaciones de su capital simbólico en el seno del campo.(...)
Se comprende que el análisis previo de la relación objetiva con el objeto se impone de manera particularmente imperativa al investigador si quiere escapar a la alternativa del etnocentrismo de clase y del populismo, que es su forma inversa. (...) en un juego donde los dominantes determinan a cada momento la regla del juego (...) por su existencia misma, midiendo las búsquedas con la regla de la discreción y la simplicidad con la norma del refinamiento. (...)
¿Pero todo lo que dicen las personas comunmente designadas como "el pueblo" es realmente "popular" y todo lo que sale de la boca del "pueblo" "verdadero" es la verdad verdadera del "pueblo"? (...)
es necesario volver a captar todo el sistema de relaciones del cual es producto, todo el conjunto de condiciones sociales de producción de los productores del discurso (...) y del discurso mismo, por lo tanto todo el campo de producción del discurso sobre el "pueblo", especialmente las regiones dominadas del campo literario y del campo político. Y volvemos así a encontrarnos en el punto de partida, muy lejos en todo caso del "pueblo" tal como lo concibe la imaginación populista. (...)
La resistencia puede ser alienante y la sumisión puede ser liberadora. Tal es la paradoja de los dominados, y no se sale de ella". (...)

martes

GRAMSCI



(...)"Nosotros sabemos que la lucha del proletariado contra el capitalismo se desenvuelve en tres frentes: el económico, el político y el ideológico. La lucha económica tiene tres fases: de resistencia contra el capitalismo, esto es, la fase sindical elemental; de ofensiva contra el capitalismo para el control obrero de la producción; de lucha para la eliminación del capitalismo a través de la socialización. También la lucha política tiene tres fases principales: lucha para contener el poder de la burguesía en el Estado parlamentario, es decir, para mantener o crear una situación democrática de equilibrio entre las clases que permita al proletariado organizarse y desarrollarse; lucha por la conquista del poder y por la creación del Estado obrero, es decir, una acción política compleja a través de la cual el proletariado moviliza en torno a sí todas las fuerzas sociales anticapitalistas (en primer lugar la clase campesina), y las conduce a la victoria; fase de la dictadura del proletariado organizado en clase dominante para eliminar todos los obstáculos técnicos y sociales, que se interpongan a la realización del comunismo" (...)

Antonio Gramsci (1891-1937) http://www.infoamerica.org/teoria/gramsci1.htm

BAJTIN


(...) "La necesidad del otro es estética: la necesidad de una participación que ve, que recuerda, que acumula y que une al otro, es continua. Estética, desde luego, si entendemos por el término lo inagotable, inconcluso, abierto y el carácter creativo de la comprensión; la extraposición supone comprensión, y valoración y no una pérdida del propio lugar.

Se podría decir que el objeto aquí -el otro- se introduce como forma de accesibilidad a lo real, y que adquiere una función simbólica y cumple el papel de frontera y de límite" (...)




Mikhail M. Bajtin (1895-1975)

Cultura popular/ Cultura masiva

Espacio abierto en La Hora Incierta.
La idea es tomar posiciones en este espacio...hacer una apuesta.
Están invitados


martes

Todos somos ¿Qué?


Parece que el agro vino para quedarse. Desde el bien llamado “manijazo de los medios” de los que habla Mendieta hasta las comunidades de amigos virtuales, todos hablamos de eso. Importa no sólo porque está instalado, importa porque de nuevo la sombra de la incertidumbre nos abruma y surgen opinólogos por doquier. Es cierto, Mc Combes se hizo carne en la cotidianeidad argentina y el miedo a repetir el “que se vayan todos” nos corroe. Es curioso como se gestan estos fenómenos que hacen circular la sociedad: del “todos somos” al “que se vayan todos”, de una presidente que convoca al diálogo hasta el hartazgo pero que nos habla a “Ustedes los argentinos”...¿No somos en verdad, todos argentinos? ¿No es acaso el único colectivo que nos cabe en este enredo? Parece que el mango del sartén hierve y nadie se anima a quemarse al punto que el ciudadano común deambula entre el cacerolazo de la Plaza España en apoyo a la Patria Sojera al acto de apoyo al gobierno sin olvidarse de estacionar un ratito en la largada del rally.
Y surgen datos y más datos. Datos certeros que se publican, que se difunden de boca en boca. Datos innegables de que la realidad de las retenciones tienen un fundamento de política pública que excede el porcentaje de los economistas (lo que publica http://www.rambletamble.blogspot.com/ sobre la conformación del PBI que lo sabemos todos!)También están las tomas de posición, aunque tarde, de agentes que entran en el campo...legitimaciones por todos lados que no alcanzan a fomentar un diálogo y esa necesidad de diferenciarse. ¿Qué estamos haciendo con la democracia? Digo, ¿No es que Todos somos los pilares de la democracia?


Con el agro en el diván

Los hilos conductores son inagotables como cuando uno se acuesta en el diván del psicoanalista.
No quería caer en la lógica funcionalista de Columbia que ya sabemos tiene una explicación conformista como sus propios productos para todo este fenómeno. Este conflicto me está adentrando más de lo que imaginaba desde el costado intelectual (que no pretende ser inteligente), lo que me lleva a cuestionarme paradigmas y conceptos inculcados en el estudio de los mass media.
Las cuantificaciones de opinión pública al respecto no me captan ni un poquito y eso duele…Duele el tomar distancia para verificar la nebulosa de la conciencia de clase, esa clase en sí y no de papel del estructuralismo constructivista.
Por ello sólo posteo esta frase de Pierre Bourdieu que pronuncia en su cruzada contra los medios masivos en una entrevista ejemplificando con el accidente de Lady Diana. (Y claro que está bien lejos el caso de la princesa de nuestros piquetes chacareros!)
(…) “Los medios de comunicación son, en conjunto, un factor de despolitización que actúa principalmente sobre las fracciones de clase más despolitizadas del público”(…)
Creo que pasa por ahí…mañana con el feriado actualizo in profundis